28 de junio, 1999.

En qué zapatos dejaré mi último paso?                       

Antonio Calí nació en Mataderos, Capital Federal;  desde 1989 reside en Puerto Madryn. Trabaja diez horas por día en una fábrica, lo que no le impide cultivar su verdadera pasión: la literatura.                     

Antonio Calí profesa una amplia y fructífera devoción por el lenguaje, cuya motivación no deja de ser una curiosidad. "Yo tuve grandes problemas de comunicación, porque hasta los 23 años fui terriblemente tartamudo. Entonces comencé a construir mi propio mundo, me refugié en la literatura, y siempre tuve la idea de escribir un libro, aunque no sabía cómo. Una vez instalado en Puerto Madryn, empiezo a trabajar en el taller de Bruno Di Benedetto, y a tomarme este sueño más en serio. Finalmente, el libro está hecho, desde hace dos años: se llama "La hélice rota".

Pero la literatura es sólo una de las formas de este amor por la palabra. "Tengo la suerte de poder comunicarme en cuatro idiomas: el español, que es mi lengua materna; el italiano, porque crecí entre tanos durante treinta años; el inglés, porque lo estudié y lo practico como docente; y el dialecto siciliano, que heredé de mi viejo. Esto me permite leer a los autores que frecuento en su lengua original".

"En la Oveja Negra, (un café literario), por ejemplo, di una lectura de poesía Siciliana, en dialecto, que yo mismo seleccioné y traduje".

Novelistas italianos, poetas clásicos ingleses, y una fundamental presencia en su vida de lector: Pablo Neruda. "Hace muchos años trabajé en la editorial Planeta, una de las más grandes del país. Allí veía desfilar autores como Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, el mismo Borges, que era como ver a mis ídolos. Claro que yo estaba en el depósito, hombreando libros".

"Ahora tengo una biblioteca privada de 5.000 títulos, que no le presto a nadie".

De la piel hacia adentro.

Como muchos escritores, Antonio permanece inédito, esperando una oportunidad. "Editar se vuelve muy difícil. Si se lograra tener un fondo fijo que permita dar a publicidad, digamos, tres libros por año, que surjan de concursos, por lo menos sería algo".

"Tengo una gran necesidad de editar para que el material terminado no se vuelva viejo, porque también quiero publicar en un futuro el libro que escribo actualmente, cuyo título es "Ravello", que trata de rescatar, a partir de la historia de mi viejo, que es la que conozco, la figura del inmigrante. Ravello es el nombre del barco con el que mi viejo llegó al país".

Su primer libro, "La hélice rota", "trata un tema fundamental en el ser humano, que es la muerte, aunque no como algo fatal, porque nadie se muere de muerte, sino de vida. También hablo mucho de la angustia, la desesperanza, y también de la lluvia".

"Trato de expresar lo que siento cuando estoy convencido de que es así, es una cuestión de la piel hacia adentro. Hago lo que hago para sentirme bien con mi mismo, y para darlo a conocer".

El poema que acompaña esta nota pertenece al citado libro inédito "La hélice rota", que esperamos ansiosos.

 

        inédito.